El arranque de Alumni ULL, Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de La Laguna, se produjo a principios del presente siglo con dos objetivos fundamentales: el de relacionar a exalumnos de este Primer Centro Docente y, a la vez, el de unir a personas que se sientan vinculadas con la ULL, así pues, en el programa de actividades que organiza su Junta Directiva, con muy buen criterio, se contemplan visitas culturales. Precisamente el pasado sábado, 9 de octubre del año en curso, día soleado, un grupo de este conjunto, ex universitarios y afectos a la ULL, acudió al interesante Sitio Litre, Jardín de Orquídeas, un lugar de espectacular belleza.
Desde la Ciudad de los Adelantados, por la carretera del Botánico, llegamos a nuestro destino, el Sitio Litre, localizado en el Camino homónimo de la primera ciudad turística de Canarias, el Puerto de la Cruz, otrora Puerto de La Orotava. Se trata de un vergel donde la frondosa vegetación rodea al visitante en su agradable recorrido. Nada más acceder al recinto, tras la calurosa bienvenida de su propietario, D. John Lucas Carruthers, nos encontramos con dos estanques, uno, con exuberantes nenúfares, mientras que en el otro nadaban incesantemente los koi –carpas-, peces originarios de Japón y de distintos colores, aunque en su mayoría dominan los anaranjados. Seguidamente, pudimos ver representada a la afamada escritora inglesa Agatha Christie acompañada por el enigmático personaje de su novela Mr. Quin; a continuación teníamos delante el Jardín dedicado al célebre naturalista alemán Alexander von Humboldt, cuyo busto ha sido realizado por la magnífica escultora, natural de La Palma (Nuestro cálido apoyo y afecto a los palmeros por la complicada situación que están viviendo en estos momentos debido a la erupción del volcán Cumbre Vieja) y profesora de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Fernando Estévez de S/C de Tenerife, Ana Lilia Martín Rodríguez; próximo a este espacio, ante nuestros ojos, una jaula con unos variopintos pajaritos, los cuales poseen la peculiaridad de que cuando se emparejan permanecen siempre unidos sin cambiar de compañía; luego nos adentramos en un bellísimo Jardín de Orquídeas con sus llamativas flores, de diferentes formas y tonalidades, extraordinariamente cuidado, que despierta los sentidos, y uno de los principales reclamos de este oasis tinerfeño.
Nuestros incesantes pasos nos llevaron hasta la fuente, justo en el medio de este paraíso, que presenta un receptáculo circular; sin cambiar de dirección, nos encontramos con el busto de la pintora británica Marianne North, ejecutado por las expertas manos de la artista húngara Marta Von Poroszly, afincada en la isla desde niña, y, completando todo lo señalado hasta aquí, un campo de croquet, juego parecido al golf y practicado por la aristocracia inglesa del siglo XIX, principalmente por las ladies, consistente en golpear con un mazo bolas, al objeto de que atraviesen pequeños arcos de metal dispuestos en el césped, además del jardín con plantas canarias, la gran araucaria, etc…, sin olvidar que aparece y se esconde entre el verdor una iguana, a la que llaman Nelson por faltarle la extremidad superior derecha.
En nuestro continuo descenso, llegamos a una terraza flanqueada, a la izquierda, por el drago más viejo de esta localidad norteña, pues soporta unos 600 años de antigüedad, y, a la derecha, frente al centenario árbol, aparece el café con sus mesas y sillas que invitan a hacer una pausa, así pues, bebimos un delicioso vino, en esta ocasión, blanco afrutado Los Tableros de la Bodega Mencey Chasna acompañado de un trozo de bizcochón, mientras el propietario, con la amabilidad que lo caracteriza, nos contaba la historia de la finca, admirando, al mismo tiempo, al frente, la casa, la cual muestra elementos de la arquitectura doméstica canaria y de la británica, vivienda de uso privado por razones obvias, es el dulce hogar de los dueños de todo este acogedor conjunto.
De la Historia de este complejo botánico y arquitectónico, que en la actualidad mide unos 5.000 m2, no podemos decir nada más de lo que ya dijera en su libro Sitio Litre, parada y fonda en el camino el Dr. José Luis García Pérez, el que fuera Vicerrector del Alumnado de la ULL, a quien tristemente motivos de salud frustraron su exitosa trayectoria como investigador, pues asiduamente viajaba a Gran Bretaña tras el rastro de científicos, artistas, escritores, etc…, que habían recalado en nuestra tierra, sin obviar que muchos de estos viajeros ingleses, alemanes, etc…, pisaron este hermoso rincón portuense, tal es el caso de los ya mencionados Agatha Christie y Humboldt, además del astrónomo Piazzi Smyth, el cirujano William Wills Wilde y padre del dramaturgo Oscar Wilde, la escritora Olivia Stone, la pintora Marianne North, y tantos otros. Aprovechamos la oportunidad para, desde esta Web, enviar a José Luis un cariñoso abrazo y los mejores deseos de la mayor calidad de vida posible.
En el segundo cuarto de la mencionada centuria Mr. John Pasley compró (1730) el extenso terreno. Pasados más de cuarenta años, en 1774, arriba a la isla su sobrino Archibald Little, conocido mercader de vinos que fundó, junto a su pariente, Pasley & Little & Co., una potente empresa vinícola que realizaba transacciones comerciales de nuestros caldos y otros artículos con Inglaterra y con las colonias americanas.
Mr. Little, talentoso escocés, acaudalado y con don de gentes, recibió la quinta – en la década 1780-1790. A la muerte de Pasley, en 1804, viaja a Tenerife Sir James Little, con el fin de dirigir la compañía al lado de su hermano Archibald, permaneciendo ambos en este edén antes de que finalizase el año1830, regresando luego los dos a la capital británica. A partir de aquí, tenemos noticias de que el noruego Hans Malling, un rico banquero sexagenario era su nuevo poseedor, pero muere inesperadamente al año siguiente de haberlo adquirido (1855). Asimismo, el londinense Doctor en Matemáticas Charles Smith, decidió venir a nuestra isla con la finalidad de hallar un clima apropiado para restablecer su salud, de modo que habitó la casa, primero, en régimen de alquiler y, después, como adquirente, pues terminó comprando el hermoso paraje a los herederos de Malling unos veinte años más tarde (1856) de su llegada al Puerto de la Cruz.
El óbito de Charles se produjo en La Laguna (1885), pasando entonces el Sitio Litre a su segunda esposa, Mrs Helen, dado que la primera, Mrs. Anne, había fallecido antes que su marido, y luego siguió en manos de los nietos de esta familia hasta llegar a su bisnieta Mrs. Mollie Smith, una dama extrovertida, divertida y dadivosa que se integró plenamente en la sociedad canaria, estableciéndose definitivamente en la mansión de sus ancestros tras la II Guerra Mundial.
Por fortuna, el morador del Sitio Litre desde hace 25 años (1996) es el empresario canario D. John Lucas Carruthers, un caballero tremendamente activo, de afabilísimo trato, interesado por la cultura y, por ende, respetuoso con nuestro patrimonio, quien casualmente es descendiente de los Litle. Sus padres fueron, Mr. William Lucas, anglosajón, y su madre, la Sra. Mary Carruthers, de Gran Canaria, quienes tuvieron dos hijos, Rosalyn y John, quienes vinieron a este mundo en Inglaterra y en la capital grancanaria, respectivamente. La empresa en la que trabajaba su progenitor lo traslada a Tenerife desde Gran Canaria y así es como llega John, a la edad de 6 años, a nuestra isla. Dio la coincidencia de que los Sres. Lucas Carruthers viajaban en el mismo barco que acercaba a Mollie a Tenerife y entablaron amistad con ella.
Cuando el Sr. John Lucas adquirió el Sitio Litre se hallaba en un estado lamentable, y resolvió, tras repararlo primero, fijar su domicilio particular en la casona y abrir al público el resto del recinto, tardándose un par de años en las obras de restauración del edificio y seis meses en los arreglos de la zona ajardinada para devolverle su primitivo esplendor; así fue como lo convirtieron en un lugar de ensueño, en el que, según nos confesó su propietario, además del personal contratado que se ocupa de las distintas faenas, todos los miembros de su núcleo familiar colaboran en el mantenimiento a diario, pues sabemos el esfuerzo crematístico que supone la conservación de una extensión de estas características.
Su adorado Sitio Litre es un enclave desconocido para muchos canarios, y consideramos que cualquier estación del año es propicia para descubrirlo por la benignidad climática de nuestro Archipiélago, razón por la que invitamos a isleños y a foráneos a visitarlo, pues el Sitio Litre (denominación que parte de su amo, ya mencionado, Mr. Little, ya que suponía un apellido de complicada pronunciación para los portuenses por lo que derivó en el vocablo Litre), en resumidas cuentas, ofrece una encantadora mansión para describir con nuestra propia mirada, todo un remanso de paz que fascina y alegra el espíritu e inspira el pensamiento.
Ana María Díaz Pérez
Doctora en Historia del Arte por la ULLAcadémica Correspondiente de la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife, Académica Correspondiente de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel de Santa Cruz de Tenerife, Miembro del Instituto de Estudios Canarios, Miembro de la Tertulia Amigos del 25 de Julio. Vicepresidenta y Responsable de Cultura del Círculo de Amistad XII de Enero.
BIBLIOGRAFÍA
- – GARCÍA PÉREZ, José Luis: Sitio Litre, parada y fonda en el camino. Periódicos de Tenerife S.L./ Burgado Editorial, S/C de Tenerife, 1996.
- – KÖNIG, Hans: Puerto de la Cruz. Historia y anécdotas. Traducción de María Mercedes Álvarez. Hans König, Puerto de la Cruz, Tenerife, 2002.